Hay algo peligroso en esos ojos negros: el riesgo de retroceder y caer de nuevo en el agujero, de volver a ser imberbe, de creer estar viendo a la misma persona, o peor, de querer que eso pase. Efectivamente, es una locura, pero, ¿qué puedo decir? Nos beberemos el riesgo en el café del jueves por la tarde.